La producción de bebidas alcohólicas tales como cerveza, tequila, vino, entre otros, resulta muy diferente una de otra; la obtención del agua para el procesamiento de todos y cada uno de sus componentes es muy similar, aunque esto no significa que sea la mejor manera de hacerlo.
Como evidencia de esto es el desabasto de agua de los últimos años en este sector y la absorción desmedida de agua de los acuíferos del país.
¿La solución? La optimización de pozos profundos de agua
Aunque resulte evidente, esta solución es la menos pensada cuando de desabasto se trata y la que damos por descartada una vez que tomamos en cuenta que el pozo “cumple con su función”.
Sin embargo, como se sugiere para una gestión sostenible de aguas subterráneas, la falta de gestión del agua de pozos profundos pone en riesgo de forma sostenible enormes beneficios para el bienestar humano, el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad.
La optimización de pozos profundos es un deber obligado para todas las empresas que operan a partir de agua. En este caso mencionamos a cerveceras, tequileras y vinícolas puesto que, al cumplir con ciertos reglamentos de calidad de su rubro en la fermentación y destilación, deben de cuidar ciertos estándares y normativas que solo se aplican a ellas.
Evitar amenazas para los recursos hídricos es ejemplo de lo anterior, como la presencia de materia orgánica, bacteriana, minerales innecesarios, filtraciones de arena, etc.
Es por eso que para una buena optimización de pozos de agua profunda debe comenzarse por un diagnóstico para obtener la información visual acerca del estado estructural del pozo para después proceder con su rehabilitación o desarrollo, para un correcto aforo y su posterior automatización.
Todas estas soluciones permitirán aumentar la capacidad, rendimiento y desempeño del pozo hasta en un 1200%.